domingo, 31 de julio de 2011
SOBRE MIS VERSOS PARA LEER CON PARAGUAS
VERSOS PARA LEER CON PARAGUAS
ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA
Autor: Aldo J. Méndez.
Ilustraciones: Mariela de la Puebla.
Editorial: Mil y un cuentos. AL leer el título podríamos pensar que tenemos ante nosotros un libro de poemas que nos van a hacer llorar. A veces los libros de poemas resultan tristes, porque el poeta o los temas lo son. Sin embargo, 'Versos para leer con paraguas' no es un libro triste, aunque sí melancólico. Porque observar la lenta y continua caída del agua de lluvia produce esa sensación que bien conocen los gallegos, y que los lleva a una envidiable situación de relax.
Estos versos del cubano Aldo J. Méndez contienen mucha agua, y ninguna lágrima. A veces, incluso, incorporan o conducen a alguna sonrisa. Con ellos el poeta recuerda el interior de la isla de Cuba, zona tropical donde llueve con mucha frecuencia, y donde el agua, en esos momentos, se adueña de todo: entra en las casas y en las almas de quienes visita.
Para el poeta, el agua de la lluvia tiene múltiples olores, colores y sabores: a menta, a naranja, a limón, a fresa, y otros mil que cualquiera puede inventar o suponer al agua.
Cancionero popular
El poemario contiene algunas notas que recuerdan el cancionero popular, porque destila amor, y separación, y la pena que conlleva el mal de amores. Se convierte, así, en un libro para niños que cualquier adulto puede leer con satisfacción: -«Ay, que nadie me dice / «Niña, te quiero»- ¡Corre, ven a bañarte / en el aguacero!».
Y como los libros creados por la sabiduría poética del pueblo, incorpora metros breves, y a veces comete los pequeños pecadillos en que tropieza la métrica popular, como la sinafía, que observamos entre el tercer y el cuarto verso de la estrofa recién citada.
El libro es bellísimo en todos los sentidos, también en el tipográfico, y, en las delicadas y expresivas ilustraciones de Mariela de la Puebla.
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