¿Cuántas veces el azar se impone?¿Acaso todas? ¿Es bueno, es caprichoso, es la fortuna?
Hace casi cuatro meses que salí de España, había algunas rutas trazadas, algunas intenciones precisas, había ganas de buscar horizontes y nada fue lo pensado, todo se armó caprichosamente, como un sueño bueno o como se arma el delirio.
México fue más, es más que cualquier pronóstico, Cuba fue otra verdad, otra mirada, Argentina parecía quedarse en nada, Brasil se quedó pendiente y yo anduve desesperanzado, triste, como si se me hubiera torcido el camino y con él, las ilusiones.
Parecía una traición del azar esta mirada al sur, cuando, sin presentirlo, el azar tomó las riendas:
PRIMER AZAR
Juani me habla de Chile, yo le digo que voy y ella le dice a Emy Rivero, y entonces los que fue una remota posibilidad fue certeza.
Santiago me recibió con mucho frío, tal vez para que el reencuentro con Juani tuviese tintes moscovitas.
Y nunca un frío polar tuvo tanto abrigo, tanto arrope: Juani, Leo, Gaby, Emy, Cony, Tito, Alejandra, Paulo, Karen, Patricia, Mirentxu, Mirella, Naty, Paty Mix, Carolina, Claudia, Valparaíso y ese primer encuentro con La Moneda, como si lo hubiese deseado desde el día en que mi maestra de primero leyó la noticia del golpe de estado y la muerte de Allende.
Ese azar es ahora camino y volví a Chile y vuelvo pronto y cada vez me ata más esta tierra temblona y cariñosa y en cada taller descubro, aprendo, me comprometo y sucumbo a la certeza de que contar es un privilegio. Ya somos equipo, grupo, amigos y como si no fuera suficiente, se sumó a este empeño Edel arriagada, gracias al SEGUNDO AZAR, Lili Bassi, que apareció sin anunciarse un domingo ventoso en el que paseaba con Marita von Saltzen y Rubén López, en Buenos Aires.
El TERCER AZAR llegó de la mano de Geraldina Rayo. Ella le habló de mí a Leonor Arditti, Leonor a Susana Lino y Susana me lleva a la Casa de Cultura y Peña La Salamanca, en La Plata. Un domingo desangelado y frío, mucha gente, una emotiva sesión y Milena Salamanca, cantándome una nana y Susana comprometiéndome a volver
Allí estuvo Gabriela Lubarsky, con quien hubo una suerte de conexión extrasensorial y azarosa. Me habló de Córdoba y su gente, de sus proyectos, sus talleres y sin prometerme nada me invitó.
Y estuve en Córdoba, en tres pueblos, conté para niños y niñas, conté para adultas y dos adultos 8para ser precisos) y charlé de los cuentos y el oficio con las alumnas de Gaby, visité la Semana Cultural de Río Cuarto y vi contar a tres de sus alumnos (muy bien, por cierto)
Y regresé de Córdoba recién, con una nueva amiga, con la certeza de que vuelvo a este lugar de horizontes inmensos y acento bailón como de bandoneón desafinado, de gente llana como su tierra que te mira a los ojos y mirando te cuenta y te atrapa.
Y en medio de tanto azar, yo mirando pasar este día lluvioso de agosto, sin ganas de otra cosa que de jugar a nada.
Azaroso el destino y sus trampas, la vida y sus puertas y sus muros y este privilegio de estar vivo y dispuesto a que el azar siga sorprendiéndome y regalándome la suerte de compartir caminos, afectos y palabras
sábado, 18 de agosto de 2012
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