Ya no sé que pretexto encontrar para subir a tiempo las cosas que vale la pena compartir con la parte del mundo que no las vive
Bogotá fue un torrente incontenido e incontenible de emociones y me debo palabras para elogiar a los cuenteros y palabreros que me permitieron el privilegio de compartir con ellos esos días definitivamente maravilloso en los que Bogotá se rindió a la palabra, al gesto, a la escena, al arte.
Las palabras que me salían entonces estaban cargadas de una suerte de paternalista melancolía y por eso me prohibí la cháchara necesaria.
Luego el paso por La Habana que siempre me enmudece y el regreso a España en una avión diseñado para tallas pequeñas...
La vuelta ha sido fácil, sólo el cansancio ha hecho mella en mis ganas de comerme el mundo y ya desde ayer ando por La Manchuela (Albacete) descogelando las historias que callaron los temporales del último invierno.
Hoy supe que este año nos vemos privados del Festival de Cádiz por los consabidos temas de presupuestos y mientras me ordeno la sesión de las siete pienso que mañana estrenamos oficialmente el corto "HABLAR", del canario Francis Peraza y en el que un servidor hace de actor. Nada, atrevido que se vuelve uno, cuando no permitió a la adolescencia desatinos. Tengo miedo verme cara a cara con el resultado y no ser lo que quise o intenté ser.
Juro que mañana, desde el lugar del mundo que me permita conectarme a la red hablaré de "Hablar" y espero que no sea como algunas veces hablar por hablar
martes, 13 de abril de 2010
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