lunes, 7 de noviembre de 2011

OTOÑO, INSOMNIO Y LETANÍA

I
Es otoño esta tarde
Lo anuncian tonos grises en el cielo
y ese naranja incierto
que se lee en las hojas de los árboles
empecinadas en no dar carácter a la estación
en que se fuga o anida la esperanza

Es otoño esta tarde
Lo dice este silencio de domingo que acorrala mi calle
y la hace prisionera de un suspiro que llega de un lugar a penas cotidiano.

Es otoño
Hay olor a leños, a humo
Hay murmullo de cháchara en familia
para que no sea soledad la noche cuando caiga
y desdibuje los matices dorados
con que el sol adorna su melena de esperar los inviernos.

Es otoño
Las hojas se aburren
de convocar un viento que las lleve de viaje a ningún sitio.
La tarde tararea una canción desnuda
Es otoño
Y el nido no está listo
Ni las alas son fuertes para escapar antes que llegue el frío

Esta tarde de otoño es tan larga que recién amanece
y no tengo palabras,
ni leños
ni a nadie a quien decir
que el humo del vecino convoca mis fantasmas


II
Ayer fue el otoño en mi calle
y mi noche se quedó sin palabras
y mis palabras se quedaron sin sueño

Ayer fue otoño
y ahora que amanece
acuden las palabras de siempre
a  convocar la aurora de este día
que será luego tarde
y humo
y silencio
y evocación fugaz
y una canción aprisa
y que será fantasma
y que será otra tarde de otoño sin palabras
que cantará su letanía
hasta que el frío llegue
con los colores nuevos
y el canto lastimero de otras veces


SON LAS 6.30. CANTA SERRAT SU BALADA Y COMO UN REGALO, LLUEVE EN LA CIUDAD, EN MI PATIO

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