viernes, 24 de julio de 2009

porque el silencio cansa...

Definitivamente no soy lo que se dice un "bloguero", mirar a la pantalla y verla vacía, suplicante de palabras me asusta.
Y es que aunque parezca que todos los seres de palabra desatada y de ego predispuesto al público y su aplauso podemos zarandear las palabras en cualquiera de sus manifestaciones, hay espacios en que la falta de miradas y presencias asustan la palabrería y en una suerte de diabólica alianza, quedo mudo ante la perpleja desnudez de esa nada que demanda mis letras agolpadas pretendiendo decir aquello que prefiero contar, café por medio, para sentir que el viento se lleva mis palabras t y en su impulso las arropa y vivifica.
Nada, que agosto ya es casi una certeza y yo sigo diciéndome que julio sería el mes ideal para ponerme al día conmigo mismo y todas las buenas cosas que han pasado en los últimos meses: Cuba, Viajes Educativos, mis "Versos para leer con paraguas", Cádiz, Cuenca y el privilegio de compartir, soñar y fundar y mi patio y sus flores y las idas y venidas por estos maravillosos mundos de encuentros y desencuentros.
Tengo que intentarlo y lo haré...¡ME LO PROMETO!

2 comentarios:

Vicente dijo...

Hay que entender las tareas educadoras como parte de una Ciencia que abarca mucho más que el estrecho marco de un aula, creando situaciones de enseñanza y aprendizaje mediante el uso, o no, de espacios y materiales alternativos a los habituales pudiendo participar otros agentes educativos.

En este contexto, con esta forma de entender la Educación, el viaje se presenta como una buena opción para alentar la capacidad investigadora del alumno y su relación con gentes y entornos que forman parte de nuestros valores

Además, en esta precisa circunstancia el alumno, alejado de su familia, tiene como única referencia al educador – su maestro u otro educador, como es el caso de Aldo- como único mediador entre lo nuevo y las emociones que provoca, como responsable absoluto de las zozobras e ilusiones que asalten al estudiante y es, por tanto, el encargado de interpretar y canalizar los valores, positivos o no, asumibles o no, que nos salgan al encuentro a lo largo del viaje que, en la mayoría de los casos, reunirá las características de un camino de iniciación, o de comprensión de la vida.

El impresionante legado histórico, la gran variedad de paisajes que existen en nuestra comunidad y el hecho diferencial de otras realidades tangibles, convierten la necesidad de elegir distintos espacios educativos en una tarea apasionante y casi imposible de reducir a los estrechos márgenes de días, programas o a la cruel dictadura del papel en blanco.

Un abrazo.

Vicente

Anónimo dijo...

Hola, acabo de descubrir tu blog i ha sido una grata sorpresa para mi. He leido la entrada del 21 de febrero donde has escrito un fragmento del primer cuento que te escuche contar i que me encantó, me encantó la senzillez de la historia, me fascinó la poesia de tus palabras i me cautivó tu manera de contar. Te he escuchado contarlo un par de veces más i siempre despierta en mi las mismas sensaciones. He intentado averiguar si està publicado en alguno de tus libros però me está siendo complicado conseguirlos. También he buscado por la red por si habías colgado más fragmentos del relato i podía reconstruirlo yo misma con los pedazos... Mi pregunta és ¿podrías explicarme cómo encontrar el cuento? Me trae muy buenos recuerdos. Gràcias.

(Es verdad que, en cuanto a los cuentos, es mejor escuchar las palabras aunque después se las lleve el viento pero no siempre se puede tener al lado un cuentero como tu i a veces necesitamos la cercania de palabras como las tuyas aunque esten escritas i no habladas por eso me parece interesante tu blog, aunque sea escrito).
Una admiradora.