domingo, 10 de junio de 2012

Para que no sea tan largo el abandono..


Mi pueblo, Meneses, nació por azar, ese azar antiquísimo gracias al cual se fundan los lugares que luego habitaremos hombres y mujeres. Gente de cualquier parte fue llegando a aquel trocito de tierra caribeña quién sabe de que parte del mundo y allí fueron plantando sus casuchas de pobres y sus esperanzas.
Cuando el pueblo recién nacido a la orilla del mar tuvo calles y un parque y sus habitantes gritaron con su acento sus nombres propios al viento del Caribe, decidieron juntarse y celebrar que un pueblo nuevo le había nacido al mundo y a la orilla del mar cantaron y bailaron sus cantos y sus bailes viejos y comieron y bebieron y se contaron las vidas como las habían vivido o como quisieron vivirla porque al fin al cabo uno puede fiarse poco del recuerdo. (...)

Un trocito del cuento que tanto he contado y que ahora, por fin, escribo

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