Contar en Andalucía, desde mi experiencia, es hurgar en la entraña misma de lo que somos (me refiero a los cubanos), es hacer un guiño al "choteo" y a la risa, pero es sin duda aferrarse a una raíz que tiene mejor sabor que la apariencia.
Calañas, Villanueva del Ariscal y Martín de la Jara, el primero de Huelva, los otros de Sevilla. Y en cada uno de ellos tantas orejas y tantos ojos apurados en llegar a reconciliarse con el ritmo de mi relato que se me hacía un pecado terminar la sesión.
Niños y niñas abiertos a la música, al soniquete de mi extraño acento que algunos no entienden y la certeza de saber que cualquiera de sus clases o de sus vivencia pueblerinas tiene mucho que ver con mi niñez descalza.
Lo cierto es que siempre que cuento en el sur, siempre hay alguien que me dice:
-¡Quédate!. Esta vez fue una niña de cuatro años en Calañas que en mitad de un cuento preguntó: -¿Cuándo vienes a mi casa?
Y es que hay un hilo invisible que se llama memoria y que nos sostiene con el mágico balanceo de los afectos. que nos nutre con el soniquete maravilloso de un acento que aunque distinto se amalgama como en una coral bien ensayada.
¿De dónde soy? a veces me pregunto por que tengo miedo de perderme en el "sinsentido" del que cree que ser de aquí o de allá es aferrarse a la apariencia para que sin hurgarte, es decir, conocerte el "extraño" tenga de tí la información que espera: el gesto, el ademán, cualquier "estereotipo-pasaporte" que no deje la duda que has llegado de un lugar que, a su manera, todos conocen.
Para conocer al cuentero hay que venir desnudo, sin prejuicios; hay que venir a escuchar, a sostener la mirada por si alguna palabra se escapa malsonate que no tome el rumbo equivocado y devolverla amable para que el cuento sea el espacio que habitamos más allá de prejuicios, dogmas, esterotipos y miedos...
Todo esto lo escribo el la Biblioteca- Palacio de Durango, en Vizcaya, mientras espero que den las ocho para contar, con las mismas palabras a otras orejas que, a saber que esperan de este cubano, que viene precedido por la peruana Mercedes Carrión y que dejará la puerta abierta a la mexicana Marta Escudero.
"Voces del mundo", así se llama este Programa, y de lo que pase con mi voz dentro de unas horas lo contaré mañana, desde La Mancha, porque mi voz no es nada sin la oreja que la escucha.
sábado, 28 de febrero de 2009
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